Ahora mismo respiras. Imagina que sin aire no estarías aquí para leer este blog. El aire que respiras invisible a tus ojos es el responsable de tu existencia.
Los diversos órganos de tu cuerpo necesitan un líquido mágico, el líquido de la vida, llamado agua, que constituye la mayor parte del planeta.
Sin agua, tus órganos no podrían funcionar y tu no podrías vivir.
La comida que proviene de la tierra y las semillas pequeñas se transforman milagrosamente en vida y nutren a la fauna y ciertamente a ti. Sin éllas no sobrevivirías.
Condicionados a pensar que estamos constantemente "necesitados de algo", nos olvidamos del milagro de la vida.
La vida es verdaderamente un milagro y tú eres su milagro.
En la vida, todas las experiencias, situaciones y personas que conocemos, ¡cada historia que atravesamos es un milagro! Sin el apoyo de los diversos elementos que conspiran e insisten en mantenernos vivos, nunca podríamos experimentarla.
Los "otros" son piezas esenciales en nuestro viaje de progreso y aprendizaje, pero a menudo pensamos que todavía tenemos enemigos.
Las dificultades aparecen a diario y nos sentimos víctimas del momento.
No observamos el milagro que nos mantiene en esta experiencia de donde comenzamos de niños y salimos verdaderamente sabios.
Incluso aquellos que ya nos veneraban con sus legados, que a menudo damos por sentado sin recordar todos sus sacrificios y esfuerzos para que podamos estar presentes, son olvidados.
Creo que ha llegado el momento de ser agradecidos.
Necesitamos agradecer y reconocer que es solo por todo lo anterior y mucho más que existimos.
Solo desde aquí podemos marcar la diferencia. Esta es la hora y no otra.
Es en este momento que damos la espalda, existiendo con toda la fuerza que se nos ha dado:
La fuerza de nuestro ser, la fuerza de nuestra vida, la fuerza del AHORA.
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